Hoy tengo día libre, y doy gracias por ello. Un volcán en Islandia entró ayer en erupción y por lo visto la nube de ceniza está afectando a vuelos con origen y/o destino el Reino Unido, cosa que significa que por el momento hay muchas de nuestras rutas con varias horas de retraso y se sospecha que easyJet, al igual que muchas otras compañías, termine al final del día con vuelos cancelados.
No sé si llamarle Dios, Karma (que no Dharma...), Equilibrio Universal o de cualquier otra forma filosófica pero la verdad es que después de mi último vuelo creo que todos los de la tripulación de los EZY2085-2086 nos merecíamos salvarnos de el caos de la ceniza volcánica...
Hasta ahora, a parte del horario cambiante que caracteriza a cualquier aerolínea con el que a principio de semana fichas a las 5.00 y al final de ella acabas tu curro a las 00.30, no podía quejarme de mucho trabajando aquí pero el pasado martes nos tocó el gordo en el 2085 con destino a Tel Aviv, Israel.
Dentro de mis pocas experiencias en la compañía, hasta el momento sólo había hecho un vuelo a TLV y, al parecer acabé por ir a contracorriente del resto de opiniones que me decían que era un vuelo a evitar a toda costa y que cuando tocaba era tradición entrar cabizbajo en la crew room. En mi experiencia todo lo contrario! Volé con una de mis compañeras del curso de training y otros 2 TCP's que resultaron ser muy simpáticos, y a parte de ser un vuelo de 5 horas con un montón de judíos pidiendo agua del grifo cada 5 minutos acabé enamorado del destino. Algunos ya lo sabreis, pero terminé pasando dentro de la cabina de pilotos para mantenerlos distraidos en crucero y lo que se suponía que iba a ser 5 minutitos de charla se acabaron convirtiendo en media hora de yo babeando ahí dentro.
Moraleja de ese primer vuelo? no dejeis entrar a un "aprendiz de piloto" (si alguien pilla porqué digo esto que me diga si votó o no) a una cabina donde el Comandante le encanta hablar de su avión. En resumidas cuentas, mientras todas las tripulaciones reaccionaban con los TLV igual que gato al agua, yo me alegré de ver en mi programación que me volvía a tocar.
Claro que el Tel Aviv 2.0 fue algo diametralmente opuesto. Todo empezó cuando a las 11.10 llegué a la crew room para fichar y empezar papeleos... <<Are you going to TLV? OMG... Good luck with that!>> Esta frase se consideraría normal, pero puesto que me llegó más veces de lo normal e incluso de gente con la que nunca había hablado algo empezaba a olerme mal, y 10 minutos más tarde durante el briefing descubrí el porqué... Antes de empezar a hablar los 4 de nuestra tripulación se nos acercan dos TCP's que teoricamente estaban en Airport Standby diciendo que nos ayudarían durante el embarque y otros dos Cabin Crew Managers vienen a nuestra mesa y nos entregan una bolsa de plástico con 20 cinturones de seguridad: TOB 180+32. Un vuelo lleno hasta arriba,plagado de familias de 4 miembros o más con 32 bebés!!! En ese momento lo entendí todo. Por falta de cinturones de seguridad 20 bebés no pudieron volar el día anterior y acabaron juntandose 32 en un solo avión, el nuestro...Tierra trágame.
Como siempre todas las familias con niños menores de 15 años quieren sentarse todos juntitos, y el tener 32 bebés dificulta las cosas en terminos de cinturones, máscaras de oxígeno, salidas de emergencia , asientos restringidos, etc. Así que lo que normalmente es un embarque de unos 8 minutos se convirtió en uno de unos 50 minutos porque ya que al señor Stelios no lo da la gana de asignar asientos terminamos teniendo que hacer malabares para sentar a un montón de familias bailandoles la salsa al ritmo de cada uno, con la dificultad añadida de que al ser judíos encima algunos hombres no pueden tener a una mujer sentada a su lado que no sea su esposa. La verdad que hay momentos en los que parecía más una pelea que un embarque.
Todo este retraso significó perder el slot, así que una horita más esperando en tierra para despegar con un pasaje lleno de caras largas de adultos y caras llorosas de los más pequeños. Sumadle a eso 5 horas de cientos de llantos, miles de niños invadiendo el pasillo mientras intentas hacer tu trabajo, millones de personas pidiéndote agua del grifo y no teniendo tiempo para hacer pausa ni para comer porque en cuanto te sientas te traen pañales del niño que han cambiado en la mesa de su asiento sin darse cuenta que no puede haber cosa más anti higiénica por tal de ahorrarse la cola en el baño que estubo con mínimo 5 personas por puerta durante todo el vuelo...
Para terminar, al llegar allí surgió un problema técnico relacionado con un lavabo (era de esperar...) que a todos nos pareció que acabaría por tener que quedarnos a dormir allí. Suerte que había un ingeniero cerca y finalizado el papeleo nos despacharon de vuelta a casa con otro vuelo lleno hasta los topes pero con "sólo" 15 bebés. Suerte la nuestra, poque sólo 10 minutos más de retraso habrían hecho que los pilotos se pasaran de horas y nos las habríamos visto con la hospitalidad de los hoteles israelís...
Sé que esta vez he hecho un post quilométrico, ya los que hayais llegado hasta el final quiero felicitaros (jejeje) y daros las gracias por seguir leyendo. Simplemente tenía que desfogarme con lo que me pasó y al parecer será la historia del mes por estas latitudes.
Un beso a todos y si todo va bien, mi próximo post vendrá con una noticia buena (al menos para mi :p)
C.
